Gilberto Rodríguez, exjefe del Cartel de Cali, murió en una cárcel de Estados Unidos a sus 83 años mientras cumplía una condena de 30 años por los delitos de narcotráfico y enriquecimiento ilícito, acusado de enviar más de 50 toneladas de cocaína a territorio americano. Rodríguez fue extraditado el 3 de diciembre del 2004. En su momento se calculó que el narcotraficante se encargaba de introducir el 90% de las drogas ilegales en Estados Unidos.
El exjefe del Cartel de Cali padecía de cáncer de colon, próstata hipertensión y trastornos psiquiátricos. En varias oportunidades sus abogados intentaron una liberación por el notable deterioro de su estado de salud, pero las autoridades norteamericanas decidieron negar la petición aludiendo que el preso recibía una buena atención médica.
Los hermanos Orejuela fueron protagonistas de una época de violencia enfrentándose con el Cartel de Cali contra el Cartel de Medellín de la mano de Pablo Escobar. En 1995 las autoridades colombianas acordaron una entrega pacifica de los principales miembros del Cartel de Cali.