La reacción de la organización criminal del Clan del Golfo por la extradición de su exlíder alias ‘Otoniel’ ha traído múltiples alteraciones del orden público principalmente en Urabá, Córdoba, Sucre y Antioquia, declarando un paro armado. Las acciones criminales han sido: quema de buses y carros, repartición de panfletos amenazadores, prohibición de apertura de negocios comerciales y han cerrado vías atravesando tractomulas. Las autoridades reportaron el asesinato de Francisco Miguel Soto, comerciante de frutas que se resistió a obedecer el paro armado cuando le pidieron que cerrera su establecimiento. Por medio de panfletos el Clan del Golfo anunció que al menos el paro armado tendrá una duración de cuatro días.